Resumen ejecutivo
del trabajo
Por: Sandra Higuera
Gómez
1. Planteamiento
del problema de investigación
El ser humano hace parte de un enorme conjunto
de seres vivos que coexisten en un medio físico, ligados entre sí por una
estrecha interdependencia, donde se comparten hábitats y recursos, y a la vez,
se crean territorios, manifestaciones y paisajes culturales. Por lo tanto, para
hacer una valoración patrimonial, es necesario entender que toda construcción
cultural se teje en torno a las relaciones establecidas entre el ser humano y
el territorio en el que habita. Esta interacción es lo que se define como ecosistema
cultural.
El ecosistema cultural de Bocachica se ubica
sobre el mar Caribe, y está determinado por las relaciones establecidas entre
esta población, principalmente afrodescendiente, y su zona litoral. Se enmarca
en el contexto de la Isla de Tierrabomba, la cual a su vez hace parte de la
ciudad de Cartagena de Indias - Colombia. Sus manifestaciones culturales, junto
con la cultura material[1]
que se ubica en este lugar, son memoria de la trayectoria histórica
del Caribe colombiano, por lo que se le atribuye el carácter de sitio
patrimonial.
Con el fin de caracterizar este territorio
partiendo del concepto de ecosistema cultural, el eje de esta investigación girará
en torno a tres valoraciones: la histórica, que pone sobre relieve las
diferentes transformaciones de este territorio a través del tiempo; la
geográfica, para hacer un análisis de sus condiciones geoestratégicas
históricas, como un mecanismo de aproximación a su situación actual; y la
inmaterial, para entender cómo esta población se ha apropiado de su entorno
simbólica e instrumentalmente.
La periodización histórica de Bocachica a
partir de las transformaciones que ha tenido su ecosistema cultural, permitirá
visibilizar los valores históricos,
arqueológicos y documentales, que dan cuenta de cómo este territorio fue
fundamental en la construcción del sistema defensivo de la ciudad Cartagena,
hoy reconocida por la UNESCO como Patrimonio Histórico de la Humanidad, debido
a que “la principal mano de obra de estas monumentales construcciones fue la
población africana esclavizada que, al llegar al puerto de Cartagena de Indias,
era transportada a zonas donde debían trabajar. Así se formaron áreas
extractivas y productivas especializadas para la construcción de fuertes, como
fue el caso de Bocachica” (Ministerio
de Cultura, 2012, pág. 20) .
Pese al papel protagónico que tuvo este
corregimiento en la construcción de Cartagena, la declaratoria de la UNESCO surgió
en concordancia únicamente con la idea monumental del patrimonio, ya que los
reconocimientos se concentraron en el ámbito material. Con este trabajo se pretende
abordar una perspectiva más compleja del valor patrimonial de esta ciudad,
donde la monumentalidad de sus bienes culturales cede su tangible materialidad
para hacer visibles aspectos más abstractos de la creación cultural, llegando a
valorar no solo la majestuosidad de la obra construida, sino el saber hacer, la
palabra y el pensamiento.
Es así como a partir de analizar la ubicación de la Isla de Tierrabomba, se puede
concluir que fue un criterio determinante en la fundación de la ciudad de
Cartagena de Indias, debido al resguardo natural que proveía a su bahía para
mitigar los ataques de piratas y corsarios. Así mismo, sobresale el papel fundamental
que tuvo la composición del suelo de éste territorio (formaciones fósiles de
antiguos arrecifes coralinos) para el establecimiento de unidades productivas
tales como: hornos, canteras, pozos y haciendas, que le dieron soporte a la
construcción del sistema defensivo de esta ciudad en tiempos de la colonia. Con
base en lo anterior se pondrán sobre relieve los valores geoestratégicos y funcionales
de Bocachica.
A razón de esto, actualmente el corregimiento
cuenta con un valor paisajístico otorgado por la presencia de algunos vestigios
que dan cuenta del papel que desempeñó en la construcción de esta ciudad
patrimonial, otorgándole un carácter de paisaje
cultural geoestratégico e industrial.
Así mismo, la dinámica marítima junto con los procesos ecológicos tejidos a
través del tiempo, han conformado unidades geomorfológicas determinantes en la
consolidación de oficios y saberes que hoy hacen parte del patrimonio cultural
inmaterial de este lugar.
En cuanto al valor inmaterial de Bocachica, se
puede decir que está ligado a la capacidad que los pobladores tienen de
interpretar su ecosistema cultural para sacarle provecho en el ámbito
medicinal, de alimento y trabajo, con lo cual a través del tiempo se han creado
usos, leyendas, relatos, devociones, procesos tecnológicos, relaciones
sociales, saberes, tradiciones, costumbres y modos de vida. La importancia de
identificar las rutinas y disputas que se tejen en este ecosistema cultural, es
entender cómo esta comunidad se formalizó y legitimó a partir de los procesos
de adaptación, apropiación y significación.
La estrecha relación que existe entre las
comunidades y el entorno en el que habitan, es resaltada por la Comisión
Internacional para el Avance de la Población Afrocolombiana, Palenquera y
Raizal (iniciativa de la Vicepresidencia de la República), al decir que “la
población, su cultura y territorio, en los territorios colectivos de
comunidades negras y comunidades locales, constituyen una unidad inseparable
que debe ser entendida de manera integral” (Ministerio
de cultura, 2010, pág. 390) . Lo anterior refuerza la problemática a
la que se enfrenta la población de Bocachica, ya que si su ecosistema cultural
es alterado substancialmente o son separados del territorio en el que habitan,
como está empezando a ocurrir, no podrán llevar a cabo prácticas tradicionales
que los sustentan como comunidad y por ende, serán despojados de los medios y
modos que les permiten subsistir, y a consecuencia de esto, el territorio
también perderá su carácter patrimonial.
Pese a evidenciar la necesidad de caracterizar
y valorar culturalmente la zona de litoral en la que se enmarca el
corregimiento de Bocachica en aras de generar un diagnóstico que apunte a plantear
alternativas de solución ante las problemáticas a las que enfrenta esta
comunidad, son pocos los estudios que se centran en ello, ya que van enfocados
principalmente a estudiar problemáticas específicas desde lo físico, lo
ecológico o los oficios vistos de forma aislada, los cuales en general, dejan
de lado la estrecha relación que guardan con los componentes sociales y
culturales, en beneficio de proyectos netamente académicos, científicos,
turísticos o políticos, nacidos por la necesidad de establecer áreas de
intervención en zonas de alto impacto. En parte, esto se genera por la
invisibilización, de las comunidades afrodescendientes que habitan estas zonas
de litoral por parte de quienes elaboran las investigaciones y proyectos.
El desafío es afrontar el desarrollo económico
y turístico de la ciudad de Cartagena sin avasallar e invisibilizar a la
población de Bocachica y su ecosistema cultural, reconociendo que este
territorio forma parte de una herencia histórica que incita a la reflexión
sobre el presente, motivada por nuevas maneras de percibir, sentir y
comunicarse con esta población portadora de un patrimonio que es legado moral
de la humanidad. Para tal fin se propondrán unos lineamientos básicos desde la
gestión y la divulgación, que permitirán hacer un acercamiento entre el sector
público, la comunidad y la academia, como actores fundamentales para garantizar
la protección, conservación y salvaguardia de patrimonio cultural inmaterial y
así permitir su permanencia en el tiempo.
2. Hipótesis
Al
generar una herramienta metodológica que permita caracterizar el entorno
patrimonial en el que se enmarca el corregimiento de Bocachica, entendiendo la
estrecha relación que guarda esta población con el territorio en el que habita,
se podrán formular lineamientos que desde la gestión y de toma de decisiones propendan
por la salvaguardia de su patrimonio inmaterial.
3. Objetivos
Objetivo general
Emplear
el concepto de ecosistema cultural en Bocachica, corregimiento de Cartagena de
Indias – Bolívar, como aproximación metodológica que permita enmarcar el
espacio litoral en el ámbito patrimonial, para generar lineamientos básicos de
gestión y de toma de decisiones frente a su salvaguardia.
Objetivos específicos
Identificar
y caracterizar el ecosistema cultural de Bocachica como elemento estructurante
de su patrimonio cultural con el fin de conocer su situación actual.
Evaluar
las situaciones de riesgo de los recursos que componen el ecosistema cultural
de Bocachica para identificar un problema central que se constituya en amenaza
para su permanencia en el tiempo.
Proponer
líneas de acción desde la divulgación, investigación y gestión pública, con el
fin de que sirvan como herramientas de visibilización y legitimación cultural,
y así abrir el diálogo entre la Alcaldía de
Cartagena,
el IPCC y la comunidad de Bocachica, en la toma de decisiones frente a la
salvaguardia de su patrimonio inmaterial.
4. Marco teórico
Autores
como María Clara van der Hammen, Gilberto Cely Galindo S.J. y Augusto Ángel
Maya, entre otros, afirman que la ciencia occidental moderna ha cometido el
gran error de separar al ecosistema del ser humano, es decir, se considera que
“las ciencias naturales están trabajando con una naturaleza sin hombre y les
estorba el hombre; y las ciencias sociales estudian el hombre sin naturaleza”
(Ángel Maya, 1993, pág. 34). Esto resulta contradictorio al pensar en la
responsabilidad del ser humano en la construcción de paisajes y en la
transformación de los ecosistemas, lo cual hace insuficiente al discurso de las
ciencias naturales sobre el tema, ya que no tienen
los instrumentos necesarios para comprender la problemática de un territorio de forma integral.
Por esto, es necesario analizar el concepto de ecosistema
de una forma amplia y minuciosa, entendiendo que, tanto individuos como
poblaciones no viven solos en la naturaleza, sino que están asociados con otros
seres vivos, ya sean plantas y/o animales. Estas agrupaciones no se estructuran
al azar, por el contrario, operan de forma similar a una máquina, que utilizan
energía y materia prima para sus funciones. Esta comunidad biológica de seres
vivos, junto con el medio ambiente que los determina, se denomina ecosistema
(Jensen & Kavaljian, 1968). Un ecosistema está constituido por dos
grandes partes: el medio físico y la comunidad biológica, los cuales se unen
funcionando como un todo. La subdivisión se hace necesaria principalmente para
diferenciar los orígenes y papeles que juegan estos factores ambientales. La presencia
ó ausencia del ser humano dentro de una comunidad biológica, establece si un
ecosistema es de tipo natural o cultural.
Un ecosistema natural es aquél cuyo medio
físico posee características ecológicas homogéneas y se desarrolla por obra de
la evolución natural; aquí, individuos y poblaciones de plantas y animales se relacionan
entre sí estrechamente, interactuando unos con los otros (SER, 2004).
A diferencia del anterior, el ecosistema cultural es
aquél que se desarrolla bajo la interacción conjunta entre los procesos
naturales del medio físico y el ordenamiento impuesto por el ser humano, para adaptarse,
sobrevivir y velar por su bienestar (SER, 2004). Ésta comunidad biológica se
estructura tanto por individuos y poblaciones de plantas y animales, como por seres humanos unidos
por fuertes lazos, que se han forjado a través del tiempo y han pasado de generación en
generación; en la mayoría de los casos existen vestigios tangibles e intangibles que dan cuenta de esta
trayectoria.
Así mismo, con el fin de hacer una ampliación del concepto de
medio físico en un ecosistema cultural, es importante aclarar que existen
varios autores que hablan de región o territorio para
referirse a este; por lo cual, ahora se hará referencia a estos dos términos.
Según el sociólogo Gilberto Jiménez (2000), el territorio “es
una realidad material (nicho ecológico que caracteriza al ecosistema cultural)
de la cual grupos humanos se apropian, valorándola simbólica y/o
instrumentalmente, generando una actividad productiva que determina el nivel de
poder y por lo tanto conciencia de frontera” (pág. 35).
Pese a las similitudes que puedan existir entre los diferentes
ecosistemas culturales, ninguno es igual a otro, debido a que cuentan con
características particulares compuestas por “elementos materiales (sitios, paisajes,
construcciones, objetos) e inmateriales (memorias, relatos, ritos, festivales,
conocimientos), físicos
y espirituales” (ICOMOS, 2008), estructurados por las comunidades que los han
habitado y que dan cuenta de las diferentes
formas de ordenamiento territorial y sus relaciones con otros ecosistemas culturales a través del tiempo. Todos estos
elementos forjan la identidad de sus habitantes, quienes a partir de la continuidad en sus manifestaciones culturales
nutren y fortalecen su valor, manteniendo vivo el espíritu
del lugar que caracteriza cada ecosistema cultural (Achugar, 1999).
Partiendo
de la afirmación de Cely Galindo (1998), quien señala que es necesario
“comprender al ser humano desde la naturaleza y no al contrario” (pág. 16), se
resalta la importancia del medio físico (territorio) como uno de los
principales determinantes que caracterizan a los ecosistemas culturales. Se puede
decir que hay tantas clasificaciones como cantidad de medios físicos, el cual
de cierta forma, particulariza las relaciones humanas que se tejen allí. Por lo
tanto, para el propósito de esta investigación, los ecosistemas culturales se
dividirán en dos grandes categorías: el ecosistema cultural terrestre y el ecosistema
cultural acuático, en el cual se enmarca el territorio de estudio.
5. Método implementado
El
método empleado para esta investigación fue el de análisis – síntesis de
resultados y la técnica fue la cualitativa – etnográfica. Su desarrollo se dividido
en tres etapas: la primera consistió en caracterizar el ecosistema cultural de
litoral en Bocachica; la segunda se centró en evaluar su condición actual, para
así identificar situaciones problemáticas que ponen en riesgo su permanencia en
el tiempo; y la tercera, consistió en generar unos lineamientos básicos para la
formulación de acciones que desde la gestión y la divulgación, son
fundamentales en la toma de decisiones frente a la salvaguardia de su
patrimonio inmaterial.
En
la primera etapa se hizo una amplia revisión bibliográfica de fuentes
documentales primarias, secundarias, orales y visuales, identificadas en
documentos históricos, cartográficos, estadísticos y censales referidos a
Bocachica, la Isla de Tierrabomba y en general a la ciudad de Cartagena; esta información
fue organizada, cualificada, cuantificada y graficada cronológicamente, en un
instrumento diseñado para ello, llamado “caja de observación”; esta herramienta
permitió agrupar las ideas cronológicamente y por temas, consignando solo los
datos pertinentes para este trabajo.
Paralelo
a esto, se llevaron a cabo tres visitas de campo. En la primera realizada en
enero de 2012, se hizo una revisión de la información bibliográfica existente
en los centros de documentación de la ciudad de
Cartagena.
En la segunda visita realizada en febrero de 2012, se hicieron recorridos por
el corregimiento de Bocachica y sus lugares más representativos. También se
realizaron entrevistas a cantantes de champeta, pescadores, artesanos, guías
turísticos, albañiles, rezanderas y bailarines. Todos los datos recogidos,
fueron consignados de forma detallada en “relatorías de campo”.
Teniendo
como base el trabajo preliminar de identificación y caracterización patrimonial
del territorio, construido a partir de la información recopilada hasta el
momento y consignado en la caja de observación, se programó una tercera y
última visita a este corregimiento durante todo el mes de julio de 2012, con el
fin de obtener los datos necesarios para completar el ejercicio de valoración
del ecosistema cultural de Bocachica y puntualmente, de su patrimonio
inmaterial; para tal fin se hicieron entrevistas específicas que permitieron
caracterizar las manifestaciones culturales (MC) asociadas a los oficios y las
prácticas religiosas que tienen relación con su territorio litoral.
El
proceso de escritura del trabajo inició con la caracterización del ecosistema
cultural de Bocachica, concibiéndolo más allá de su dimensión geográfica y
abarcando también su dimensión humana. Es por esto que el eje de la
investigación giró en torno a las valoraciones: la histórica, como una
herramienta para evidenciar las diferentes transformaciones que este ecosistema
cultural ha tenido a través del tiempo; la geográfica, como un mecanismo de
aproximación a la situación actual de Bocachica desde lo físico, natural y
humano; y la inmaterial, para entender como esta población ha entendido e
interpretado este territorio. Con base en las tres categorías de valoración se
identificaron algunas problemáticas conducentes a construir un diagnóstico.
Para
la etapa final de la investigación, como herramienta analítica de diseño y
planificación se implementó la metodología de marco lógico, la cual desde su
estructura plantea la construcción de un árbol de problemas[2], que
para este caso se apoyó en la matriz de Vester[3].
Esta metodología permitió jerarquizar la problemáticas y a su vez, condensar la
situación problemática del territorio. Consecuentemente, se construyó un árbol
de objetivos, que permitió visualizar la situación deseada que se alcanzará al
darle solución a los problemas identificados.
Siguiendo
con la metodología de marco lógico, se dio paso a la formulación de acciones
desde la gestión y la divulgación, que pretenden hacer un acercamiento entre el
sector público, la comunidad y la academia, con el fin de contribuir a
proteger, conservar y salvaguardar, los lugares y prácticas tradicionales que componen
el ecosistema cultural de Bocachica, los cuales están orientados a avanzar en
la solución de la situación no deseada que se está identificando.
6. Resultados
En
concordancia con la metodología propuesta, durante la primera etapa se
realizaron hallazgos a nivel histórico, geográfico e inmaterial, que
contribuyeron a caracterizar patrimonialmente el ecosistema cultural de
Bocachica; en la segunda etapa, estos hallazgos fueron la herramienta básica
para formular lineamientos desde la gestión y la divulgación, encaminados a
salvaguardar el patrimonio inmaterial de este territorio.
Como
resultado de la valoración histórica, se identificaron seis periodos de grandes
transformaciones ecosistémicas que fueron determinantes para la conformación de
este territorio. Con base en esta información se construyó una cartografía para
cada uno, donde además de mostrar la información geográfica se hallaron:
recursos naturales, sitios, bienes, usos, funciones, ejes, tensiones, nodos,
hitos y espacios de tránsito y encuentro, apoyados por un inventario de oficios
y prácticas sociales y religiosas, que permitieron dar una estructura
conceptual conducente a identificar el significado cultural territorial.
Así
mismo, la valoración geográfica dio como resultado la justificación desde lo
físico, lo natural y lo humano, de porqué Bocachica fue fundamental en la
conformación de Cartagena como el puerto más importante de la colonia,
sirviendo como proveedor de materiales perecederos para la construcción de esta
ciudad. Por otro lado, el resultado de esta valoración sirvió para argumentar
como la protección y el resguardo natural que genera la Isla de Tierrabomba
para acceder a la bahía, fue determinante en el devenir de los diferentes
acontecimientos históricos que sucedieron gracias a estas características y hoy
le atribuyen a este territorio el carácter de sitio patrimonial.
La
valoración del patrimonio inmaterial del ecosistema cultural de Bocachica, se
enfocó en caracterizar los procesos productivos que actualmente se llevan a
cabo en la zona litoral, abarcando también las experiencias que permiten
entender cómo su población se ha ido apropiado de este territorio a través del tiempo,
ya que en torno a los procesos productivos vinculados al mar se han conformado
elementos como: “leyendas, técnicas, relatos, devociones, tradiciones,
costumbres y modos de vida… Se trata de una consideración diferente según la
cual los recursos disponibles, los productos obtenidos, los modos de obtenerlos
y las relaciones de producción estarían en la base de la cultura, de las
estructuras sociales y de la historia” (Rubio, 2006, pág. 28).
Por
último, la valoración espiritual del ecosistema cultural de Bocachica sirvió
para entender las relaciones simbólicas y emocionales que esta población ha
establecido con su entorno natural, lo cual es otra forma de apropiación
territorial.
Con
base en las tres categorías de valoración se identificaron algunas
problemáticas conducentes a construir un diagnóstico. Desde lo histórico, se
evidenció que el principal problema es la escasez de estudios académicos sobre
los pobladores que habitan las zonas de litoral, y puntualmente de los que habitan
el territorio de Bocachica; desde lo geográfico, el principal problema es la
pérdida de la zona de trabajo de los pescadores (oficio de base para esta
población) y la disminución de la línea costera, debido al desequilibrio
medioambiental de la Bahía de Cartagena; y desde lo inmaterial, los principales
problemas a los que se enfrentan son por un lado, la ausencia de esta población
en los procesos de elaboración, implementación y desarrollo de proyectos de
gran impacto y Planes de Ordenamiento Territorial, y por otro lado, la presión
económica y turística que genera la ciudad sobre este corregimiento, lo cual
afecta directamente la continuidad de las prácticas culturales para el
desarrollo local.
La
conclusión de esta etapa fue que la problemática central a la que se enfrenta
actualmente la población que habita el ecosistema cultural de Bocachica es “el
despojo de medios y modos de subsistencia por invisibilización estatal”; es decir,
que de no mitigar las situaciones problemáticas identificadas en esta investigación,
la población local se disolverá como comunidad y perderá su valor patrimonial.
El
producto final de esta investigación fue el diseño del esquema básico para el
Plan Especial de Salvaguardia (PES)[4]
del ecosistema
cultural de Bocachica, el cual se estructuró partir de la formulación de estrategias,
objetivos y acciones que contribuirán a proteger, conservar y salvaguardar, los
lugares y prácticas tradiciones que lo componen.
7. Aportes
La
metodología es fundamental para cualquier proyecto de investigación y, en este
caso, es parte constitutiva del trabajo, ya que se propuso el concepto de
ecosistema cultural como una herramienta metodológica que permitió avanzar en
la caracterización patrimonial de Bocachica como un territorio determinante en
la construcción de lo que hoy es considerado por la UNESCO como Patrimonio
Histórico de la Humanidad. En consecuencia con esto, la formulación propuso
unos lineamientos básicos desde la gestión y la divulgación, que de ser
implementados contribuirán a proteger, conservar y salvaguardar, los lugares y
prácticas tradiciones que componen el ecosistema cultural de Bocachica, los
cuales le otorgan el significado cultural a este territorio a través de sus
valores históricos, simbólicos, sociales, de uso y espirituales.
Para
esto, será necesario hacer un acercamiento entre el sector público, la
comunidad y la academia, a través del enfoque de estrategias y acciones
dirigidas hacia procesos de interacción entre la comunidad de Bocachica y su
medio ambiente, que orienten estudios y proyectos hacia una economía de
subsistencia y la protección de los espacios donde se llevan a cabo estas
actividades, indagando sobre cómo se ha construido el manejo y transformación
de este ecosistema cultural por parte de su población, quienes se basaron en
tradiciones construidas a través del tiempo para reconocer y controlar las
relaciones ecológicas.
Las
estrategias responden a las afectaciones culturales identificadas desde los
valores: histórico, geográfico e inmaterial de este territorio, seguidas de
objetivos y acciones, que dan las herramientas necesarias para plantear
proyectos que permitan mitigar los problemas identificados en un desarrollo posterior.
[1] Cultura material: son elementos físicos muebles o inmuebles, que representan
una idea o un conjunto de ideas, y son producidos por miembros de una comunidad
específica. A través de éstos se logra conocer parte de cómo era la vida pasada
y es la vida presente de los distintos grupos humanos (Barfield, 2001).
[2] Árbol de problemas:
Diagrama en el que se visualiza la situación actual no deseada o situación
problemática, junto con otros problemas identificados en torno al problema
principal y se establecen relaciones de causa efecto entre ellos. (Tomado de
cátedra de Riesgos, Maestría en Patrimonio Cultural y Territorio, 2012).
[3] Matriz de
Vester: Herramienta que facilita la identificación y determinación de
las causas y consecuencias en una situación Frederic Vester. (Tomado de cátedra
de Planificación, Maestría en Patrimonio Cultural y Territorio, 2012).
[4] El Plan
Especial de Salvaguardia (PES) se define como un acuerdo social y
administrativo mediante el cual se establecen directrices, recomendaciones y
acciones encaminadas a garantizar la salvaguardia del Patrimonio Cultural
Inmaterial de las comunidades y de la Nación.
El PES es un proceso que incluye el estudio preliminar de la
manifestación, la elaboración del documento PES y la divulgación y seguimiento
de las medidas que propone dicho documento. Su marco legal es dado por el
Decreto 2941 de 2009 y por la Política para la Salvaguardia del Patrimonio
Cultural de 2008 (Ministerio de Cultura, 2009).
Gracias por este trabajo. Me ha servido para complementar un pequeño trabajo que estoy haciendo sobre los relatos históricos de los guías turísticos de Bocachica.
ResponderEliminarGracias por este trabajo. Me ha servido para complementar un pequeño trabajo que estoy haciendo sobre los relatos históricos de los guías turísticos de Bocachica.
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